Wolfenstein II: The New Colossus Cuando matar Nazis se torna ultra-divertido!

Wolfenstein II: El Nuevo Coloso toma una postura muy dura sobre la justicia de matar nazis. Nunca vacila, ni una sola vez se pregunta si la resistencia violenta es la forma equivocada de luchar contra la opresión, y el juego es más fuerte. La actitud de la serie "lengua en mejilla" proporciona un respiro tanto de los horrores del Reich como de la frustración de lanzarse contra su todopoderosa máquina de guerra. Y a pesar de algunos momentos difíciles que se sienten como pasos en falso en su mensaje, la acción de matar nazis refuerza su historia completamente descabellada de una manera que sólo Wolfenstein puede lograr.

The New Colossus retoma inmediatamente después de los sucesos de The New Order, y no es sorprendente que nuestro héroe Blazkowicz esté en mal estado. Tras la explosión durante la pelea con Calavera, las entrañas de BJ se están cayendo, y la tripulación hace todo lo posible ponerlo en pie una vez más. La general Engel los rastrea cinco meses después, y mientras sus tropas asaltan el submarino robado de la resistencia (el martillo de Eva, su base de operaciones), Blazkowicz se despierta para disparar a más nazis.






Esta primera misión marca la pauta para el resto de The New Colossus. Atado a una silla de ruedas, sus órganos fallando, Blazkowicz se siente extrañamente vulnerable. Disparas con una mano y lentamente te mueves por los pasillos del Martillo de Eva con la otra. Las probabilidades parecen imposibles. Pero vencerlos es gratificante de una manera que simplemente matar a todos los nazis no puede igualar. Incluso después de que la armadura Da' at Yichud de The New Order le devuelve a Blazkowicz su movilidad, su respiración laboriosa revela a un hombre que se está quedando sin combustible y tiempo.

Además, el juego es generalmente difícil. Probablemente morirás a menudo. Derrotar a un perro robot gigante que respira fuego no parece factible al principio, pero es con la combinación correcta de armas, ametrallar, cubrirse y escaquearse por salud y munición mientras está huyendo. Parte de esa lucha es encontrar un estilo de combate que funcione para ti y mantenerlo, ya sea un enfoque más táctico o más directo. Algunas peleas particularmente castigadoras o un auto-guardado desventajoso pueden ser frustrantes, pero la mayoría de los niveles terminan justo antes de que esa frustración se convierta en ira.

La mayoría de las misiones se dividen en salas con uno o dos comandantes capaces de pedir refuerzos. Puedes elegir simplemente abrirte camino a través de oleadas de enemigos, o puedes intentar sacar a los comandantes silenciosamente antes de dirigirte al resto de la habitación. Las cosas se agravan rápidamente cuando aparecen enemigos pesados, ya que es difícil sacarlos silenciosamente. La variedad enemiga y los múltiples caminos a través de cualquier área significan que serás recompensado con una lucha emocionante, independientemente de cómo decidas abordarla.

También te recompensarán con más poder. Ejecutar con éxito un cierto número de tomas sigilosas, por ejemplo, desbloquea un beneficio que aumenta la velocidad de tu movimiento mientras estás agachado. Y el uso de piezas de actualización que a veces puedes encontrar por ahí, por ejemplo, poner un silenciador en su pistola mejorará aún más tu capacidad de sigilo. Pero se le ha dado la flexibilidad para decidir a mediados de la misión que el sigilo no va a funcionar y cambiar las tácticas. Como resultado, cada encuentro es increíblemente tenso, ya que nunca se sabe cuándo va a ser necesario tomarlo con calma o reservarlo para la seguridad cuando las balas vuelen.

 
La mayoría de los ambientes de The New Colossus muestran la brutal verdad industrial del Reich, como los restos retorcidos de una ciudad neoyorquina post-nuclear. Pero también hay que mantener las apariencias, y el nivel de Roswell en particular proporciona el resto de la imagen. Llegas a Roswell durante un desfile, y las soleadas e idílicas calles están salpicadas de oficiales nazis en su plena vestimenta. Ciudadanos bien vestidos hablan en alemán mientras celebran -o pretenden celebrar- la toma de poder nazi, libros de propaganda y carteles a la vista. Es inquietante y amenazador ver la forma en que las ciudades ocupadas, pero no destruidas, operan bajo el gobierno nazi, así como ver y escuchar a la gente ignorar deliberadamente las atrocidades a su alrededor.

Aparte de ser un descanso muy necesario de la lucha, las escenas de la historia están bellamente dirigidas y aprovechan el fantástico reparto de personajes del juego.
La sección de Roswell, por ejemplo, termina con una interacción ingloriosa con un comandante que es a la vez divertido y molesto, un equilibrio cuidadoso que The New Colossus logra. Algunas transiciones de juego a juego entre escenas son un poco estridentes, pero es fácil volver a la acción en el combate o la historia de inmediato.


Las escenas de corte adecuadas, así como la charla ociosa en el martillo de Eva revelan detalles íntimos sobre personajes menores. Cada persona en el submarino tiene su propia historia de opresión y marginación, desde los Panteras Negras hasta la hija nazi de la general Engel, Sigrun. Pero también son sólo personas; algunas están deprimidas, otras enfadadas, otras calientes, y casi todas tendrán sus propias conversaciones en el submarino que podrás escuchar cuando quieras. Puedes ver como todo el mundo evita a Sigrun en el almuerzo (quizás con razón) y escuchar como los luchadores de la resistencia de Nueva York discuten la tragedia nuclear. Incluso cuando la historia se sale completamente de los rieles -en una forma absolutamente descabellada- todavía hay espacio para explorar su dinámica individual. Es algo pequeño, pero te mantiene inmerso en la tripulación y su causa.

Hay momentos en que The New Colossus se extralimita en sus esfuerzos por alcanzar la emoción y, como resultado, expone sus temas de manera demasiado abierta. Los espectáculos de patriotismo estadounidense, como un monólogo particular sobre la libertad, se sienten equivocados después de los flashbacks que muestran el racismo desenfrenado en la niñez de BJ. La idea de que Estados Unidos tenía problemas antes de que los nazis aparecieran está ahí, y es poderosa, pero está oscurecida por ideas aparentemente conflictivas.

Mientras que las discusiones sobre el propósito de la guerra y los discursos inspiradores sobre la lucha contra las probabilidades imposibles muestran la amplitud y profundidad del movimiento de la resistencia, en su mayor parte son cosas que se pueden discernir simplemente jugando normalmente. Por supuesto, ustedes deben seguir luchando contra los nazis, aun cuando parezca inútil; después de todo, vencer su imparable hambre de poderío después de cada misión es lo suficientemente satisfactorio por sí solo como para seguir en marcha.

The New Colossus nunca te deja olvidar con quién y por qué peleas. La brutalidad nazi está en exhibición, desde los restos de Manhattan irradiados, hasta cada uno de los miembros de la resistencia, quienes tienen cicatrices mentales si no físicas. Nunca se te da la oportunidad de perder de vista la crueldad del Reich entre escenas, misiones e incluso tiempos de inactividad en el submarino. La tensa jugabilidad de Wolfenstein eleva aún más este aspecto dándote el poder de resistirte verdaderamente, y salir de cada batalla listo para otra lucha.