Bienvenidos a Truberbrook, rodeado de bellezas naturales...y viajes en el tiempo.
Si bien el género de aventura gráficas hace tiempo ya que ha pasado su apogeo, se niega a darse por vencido y de vez en cuando nos sorprende con excelentes títulos, como sucedió con Thimbleweed Park, lo mejor de los últimos años.
Vamos a tomar el rol de Hans Tanhausser, un joven universitario estadounidense que ha ganado unas agradables vacaciones, de las cuales nunca participo. El destino turístico es un pequeño pueblo de Alemania que da nombre a la aventura: Truberbrook. Debemos de explorar, recoger objetos y conversar para salir adelante en esta aventura con toques de ciencia ficción.
Hans se hospeda en la única pensión de la villa que para colmo está en temporada baja, por lo que tendrá tiempo y tranquilidad para terminar su artículo sobre física cuántica. Mientras duerme una extraña figura aparece en la habitación haciéndose con el escrito, desapareciendo sin explicación y solo dejando una estela de pisadas de un brillante color verdoso.
En el misma pensión se encuentra Gretchen, antropóloga con quién unirán fuerzas para resolver el hurto de su trabajo. Otra cómica pareja que debe unir talento e ingenio en la Alemania rural en plena guerra fría, en el año 1967.
En cuanto al apartado visual, Truberbrook es único, los escenarios y efectos de luz están muy bien conseguidos, logrando un acabado artístico similar a películas stop motion como Wallace y Gromit. El juego utiliza una técnica denominada fotogrametría, con la cual se digitalizaron todos los escenarios realizados a mano dando un acabado único.
Como toda aventura gráfica, pasamos el cursor sobre la pantalla para interactuar con disitintas zonas seleccionables y donde podremos aplicar diferentes acciones sobre los objetos. Cada uno de los personajes con los que nos toparemos pueden darnos pistas para seguir avanzando. Los rompecabezas son lógicos y no muy difíciles de resolver, algo que se agradece. Si hay algo que irrita de las aventuras gráficas es perder tiempo en puzzles de resoluciones absurdas.
Ciertas cosas de Truberbrook no terminan de convencer, un inventario muy simplón que no tiene ningún tipo de interactividad entre sus elementos. El diseño a nivel artístico de los objetos que recogemos, contrastan con el acabado realista de sus fases y la transición entre los escenarios podría estar más trabajada. Se puede controlar con mouse como con pad, siendo este último bastante intuitivo.
Se encuentra subtitulado en español con voces en inglés y alemán. La duración del juego es aproximadamente entre 6 y 8 horas y está disponibles para Nintendo Switch, Playstation 4, Xbox One y Steam. No te olvides de calificar el artículo y espero tus comentarios que son siempre bienvenidos!
muy bueno el articulo, las graficas del juego se ven muy bonitas