A veces los usuarios de videojuegos suelen tildar a los productos de Nintendo como infantiles, lo que no signifique que sus productos sean inferiores pero si que van dirigidos a un espectro de público distinto al que va enfocado la atención de Sony ó Microsoft por ejemplo.
Bueno, sorpresas da la vida y no hace falta decir que Nintendo también. Cada empresa sabe en que área se defiende y en cuales otras necesita hacer hincapie y mejorar. Si bien la historia de Nintendo no empieza con Mario, sabemos que los nipones son los reyes de las plataforma confirmado por el plomero italiano. 
Cuando Nintendo pego el salto a los 16 bits subió un escalón llevando ahora el genero de las carreras a nuevas niveles de calidad con F-Zero y Super Mario Kart. La industria es dinámica y hay que saber ver venir lo que se avecina, y había un genero nuevo que estaba llamando demasiado la atención, los juegos de lucha iban a cambiarlo todo.
La gente de Capcom con Street Fighter 2 y Midway con el sangriento Mortal Kombat estaban abarcando el mercado.
Nintendo lucraba con los porcentajes que cobraba a los desarrolladores por publicar en su infraestructura. Pero estaba viendo la nueva moda pasar delante suyo, un lucrativo negocio que SEGA se había puesto manos a la obra estrenado Eternal Champions y estaba trabajando en un tal Virtua Fighter. 
Ni hablar de SNK que tenia casi la mitad de su catálogo con su poderosa consola Neo-Geo de 24 bits con titulos de pelea de excelente calidad. SNK hizo casi propia la categoría de pelea callejeras.
Nintendo dejo escapar la posibilidad pero para su próxima plataforma debía de cambiar el rumbo, dejar a un lado la disyuntiva, transformar su filosofía pero sin abandonar el rubro infantil para generar una nueva IP en un mercado donde la mayoría de los títulos de lucha iban ya por la tercera generación.
Con buena relación con el estudio británico RARE, Nintendo que ya tenía el 49% de los derechos de la compañia no dudo en que sea la responsable del primer juego de lucha. RARE ahora denominada Rareware ya había demostrado con Donkey Kong Country que estaba a la vanguardia trabajando con gráficos pre-renderizados haciendo lucir ahora a la quedada Super Nes como una máquina de nueva generación. 
Para los que vivieron la epoca del Cerebro de la Bestia como se la llamo a la Super Famicom en España, sabrán que fue un antes y después el uso de esta tecnología, ayudada claro esta, porque el soporte fisico de cartuchos podía llevar chips adicionales que ayudaban en proceso a la consola logrando hitos como Star Fox y Stunt Race FX.
La trilogia de Donkey Kong Country termino de convencer a los nipones que Rareware debía catapultar a la nueva generación de Nintendo de 64 bits con un juego realizado por los británicos. Pero en la última reunión cuando los directivos de Nintendo curiosos preguntaron en que estaban trabajando los desarrolladores mostraron que estaban trabajando en un juego de lucha en plena gestación y los japoneses entendieron que sus plegarias habían sido escuchadas. Sin dudarlo apoyaron el proyecto.
El rey del combo estaba naciendo, su nombre Brute Force y era el juego insignia de la nueva bestia de Nintendo : ULTRA 64. Bueno puede que las cosas no hayan terminado de esta forma y hubo algunos cambios pero para poder desentrañar el futuro debemos de esperar al próximo episodio Killer Instinct - Parte 2: Nace el dios del combo.
Si te gusto el artículo te agredecería un lindo combo de 5 estrellitas.
No sabia que el juego era de nintendo, pues lo conoci por una version más reciente en xbox :0