Clásico de PS2: Just Cause

El inicio de una saga icónica, con su propio estilo reconocible en un solo vistazo, Just Cause.

La reconocida desarrolladora Avalanche Studios, inicio en el año 2006 una saga que a día de hoy se mantiene vigente, la primera entrega de Just Cause llego a la segunda consola de Sony, y logró convertirse en un icono de los juegos de mundo abierto, con su estilo lleno de acción irreverente y situaciones irreales que nos llevaran en una aventura espectacular.



En esta entrega nos ponemos en la piel de un agente de la C.I.A, una combinación de todos los héroes de las películas de acción que puedas imaginar, con habilidades de espionaje, combates cuerpo a cuerpo y tirador experto, aunque parezca una versión caricaturesca de personajes cinematográficos de Misión Imposible o Los Indestructibles, es una receta que logra dar una experiencia llena de acción divertida y desafiante. Rico, nuestro protagonista, tiene como misión principal darle fin al régimen del dictador de República de San Esperito, una clara referencia a Cuba. Siendo fiel a su espectacular catalogo de habilidades, nuestro personaje principal dispone de un paracaídas reutilizable y un gancho que lo ayuda a transportarse por el mundo abierto que nos presenta esta aventura.

Visualmente el juego no estaba en la vanguardia de su época, pero tenía una calidad respetable, mucho más si tenemos en cuenta que es un juego que presenta un mundo abierto jugable con demasiadas interacciones debido a su sistema de movimiento. A pesar de sus limitaciones, podremos ser testigos de un amplio rango de escenarios y ambientaciones bien logrados, desde playas y selvas hasta ciudades y pueblos.

El diseño global del juego, respeta los parámetros estándar de los juegos de mundo abierto de la época. Una historia principal donde ocurren los sucesos más importantes, y donde transcurre la historia de nuestro héroe en su guerra personal contra estas fuerzas militares dictatoriales, esto acompañado de un puñado de misiones secundarias que nos ayudaran a desbloquear distintas mejoras, armas, y conocer más de este universo nuevo que se nos presenta. A nivel narrativo el juego no es una obra maestra, pero es una historia lo bastante llamativa para mantenernos involucrados en la aventura. Lo más llamativo de este juego es su jugabilidad, con un exceso de acción constante, y un sistema de exploración que nos da una libertad pocas veces conseguida.

El sistema de movimiento a través del escenario es uno de los aspectos mas destacados de este juego y esta saga, ya que con el gancho de Rico podremos anclarnos a cualquier objeto y utilizarlo para colgarnos o impulsarnos y saltar para luego abrir nuestro paracaídas. Combinando de la manera correcta estas dos habilidades podremos realizar acrobacias y movimientos agiles que combinado con el amplio arsenal de armas que tiene a disposición nuestro personaje nos permite enfrentarnos a las misiones y desafíos de distintas maneras y perspectivas, dándonos una gran sensación de libertad en todo momento.

Si bien parecería que nuestro personaje es invencible y no existen desafíos imposibles, el juego tiene un diseño de misiones y niveles que logran ponernos a prueba a cada segundo, obligándonos a utilizar de manera precisa cada movimiento y habilidad para poder concluir con éxito cada una de estas mismas. Esto genera que cada situación que enfrentemos este lleno de adrenalina y frenetismo, ya que tendremos que derribar instalaciones enemigas, capturar vehículos desde terrestres hasta incluso aviones y barcos, cada uno de estos custodiado por soldados entrenados y armados.

Sin dudas este juego dejo huella en su momento, luego de esto se consolidó como una respetada saga de mundo abierto y acción. Un juego que vale la pena repasar o incluso jugar por primera vez si en su momento no estuvo la oportunidad, otra prueba del gran poder que tenia la consola de Sony, y su amplio rango de experiencias que se podían vivir con ella.