Skyrim: Dragonborn (Análisis)

Para dar comienzo a esta expansión, primero deberemos de haber completado algunas misiones de la trama principal de la historia, más específicamente la misión en la que conocemos por primera vez a los Barbas Grises, maestros de la voz. Para quien no los conozca, estos tienen la misión de guiar al Sangre de Dragón por el camino de la voz, entrenándolo para perfeccionar su habla en la lengua de los dragones. Pero, el conflicto se presenta en el momento de terminar nuestro encuentro con los Barbas Grises, ya que, en el momento de pasar por alguna ciudad o pueblo medianamente grande, dos sujetos se atravesarán en nuestro camino. 

Estos sujetos responden a los nombres de sectarios, y, en un principio, interrogarán al Sangre de Dragón en busca de una razón para atacarlo. Esta razón era la de "herejía" ya que según ellos, habríamos cometido este acto en contra de su señor Miraak, el verdadero Sangre de Dragón. Esto, terminaría en un combate entre los sectarios y nuestro personaje, resultando como vencedor el Sangre de Dragón. Luego de esto, el Sangre de Dragón buscaría a ese tal "Miraak" que tan dispuesto estaba a acabar con él, cosa que lo llevaría hasta la isla de Sostheim, ubicada en Morrowind, nación de los elfos oscuros.
En un principio, la impresión del lugar es bastante atractiva, ya que presenta un paisaje totalmente diferente al acostumbrado en Skyrim. Aquí, la ceniza de un volcán proximo a la isla, ha cubierto la mayor parte de esta misma, afectando tanto a los ciudadanos de las distintas aldeas, como a criaturas por igual. Muchas de las personas que viven en zonas aledañas al volcán, han tenido que adaptarse a sobrevivir en esta ceniza, creando alimentos a base de esta, o bien, usando algunos de los materiales que salgan del volcán para poder defenderse, hay también quien usa la ceniza para encantamientos, creando monstruos a base de esta.

Poco a poco, el jugador podrá darse cuenta de que, algo no anda del todo bien en la isla, a pesar del hecho de que es su primera vez en la isla, el sentimiento de que algo no está bien está presente en todo momento. Y esta sospecha se confirma en el momento de acercase a una de las piedras guardianas de la isla.

Estas piedras, se cree mantienen cierta armonía con los elementos de la isla. Pero, en el momento de acercase a una de estas piedras y tocarlas, nuestro personaje entrará en un estado de trance del cual, por poco podremos liberarnos. En este estado, podremos oír la voz de alguien, el cual, hablando en nuestra lengua dirá cosas sin sentido, por lo menos, sin sentido para nosotros. Este evento, provocaría aún más incertidumbre, ya que, esto era un hecho que estaba sucediendo en toda la isla y que no solo afectaba a elfos y humanos, sino también a otras razas como los rieklings (pequeñas bestias de un color azul oscuro, que pueden ser encontradas en toda la isla). Con una gran desesperación, y un hambre de respuesta, el Sangre de Dragón acabaría por buscar respuestas en un gigantesco templo, el cual, parecía estar repleto de personas que todavía permanecían en trance, ya que la única acción que estos realizan es reconstruir poco a poco el templo, y sin importar cuantas veces se intente interactuar con estos, no habrá respuesta. En este lugar, podremos conocer a uno de los que quizá, sea la seguidora con más importancia en esta expansión. Esta persona recibe el nombre de Frea, y es la hija del chamán de una tribu llamada los Skaal, quienes se cree que son los antecesores de los nórdicos de Skyrim.

Frea, recurría al Sangre de Dragón en busca de ayuda para su gente (aquellos quienes construían el gigantesco templo estando en un estado de trance), esto causaría que tanto Frea como nuestro personaje, acabaran por adentrarse en las entrañas de este templo, solo para enterarse que su dueño es nada más y nada menos que Miraak, también conocido como "El traidor" Poco a poco, terminaríamos por desentrañar diversos secretos, pero, el más impactante de todos estos, llegaría cuando en una de las cámaras finales, un libro de aspecto macabro es encontrado por el Sangre de Dragón, que, al momento de leerlo, unos tentáculos saldrían de este mismo libro, enrollando al Sangre de Dragón y transportándolo a otra dimensión. Apocrypha, también conocido como el plano gobernado por el príncipe daédrico Herameus Mora.

Es aquí, donde tiene lugar el primer encuentro entre Miraak y el Sangre de Dragón. Y, es en este lugar donde la historia entre estos dos personajes llegaría a su fin, ya que la batalla final entre estos dos titánes tendría lugar en la cima de Apocrypha. Sería en ese lugar en donde se pronunciaría la mítica frase de:

 - "Y así, el Primer Sangre de Dragón se enfrenta al último Sangre de Dragón en la cima de Apocrypha" - Miraak

Pero, el destino jugaría una mala pasada, pues la batalla tendría un desenlace trágico para Miraak, ya que sería traicionado por quien menos él esperaba, Hermaeus Mora, principie daédrico del conocimiento. Acabando con su vida en un movimiento rápido, Hermaeus atravesó el cuerpo de Miraak con uno de sus tentáculos (ya que esta es la forma en la que usualmente se manifiesta ante los mortales) poniendo así fin, al Traidor , quien fue al inicio el Primero de los Sangre de Dragón.

La historia de este DLC es bastante entretenida, y sirve para complementar algunos puntos en la trama principal. Como por ejemplo, algunos temas referentes a los antiguos señores dragones. Pero, es imposible negar que uno de los aspectos que más atrae de todo este DLC, es el hecho de conocer a otro Sangre de Dragón, dejando de lado el que este busque la completa erradicación de nuestro personaje, puede apreciarse el que, ambos comparten vínculos en común, ambos han tenido tratos con el mismo príncipe daédrico, y lo que es más importante, ambos poseen el vigor y el alma de un Dovah (Dragón) aspecto que otorga algo de simbolismo al asunto. Pero, no todo es perfección dentro del DLC, ya que si bien Miraak es un enemigo bastante implacable, su pelea puede tornarse algo monótona, sin contar que en sus primeras versiones, estuvo repleta de bugs, causando así que muchas veces no se pudiera llegar al desenlace. La pelea contra Miraak, en el caso de que no seas una persona paciente, puede volverse aburrida, ya que ese huirá varias veces antes de ser traicionado por Herma Mora (diminutivo para Hermaous Mora, que fue dado por los Skaal a modo de burla)
Por otra parte, algo que puede llegar a molestar es el hecho de que la flora del lugar es bastante apagada, por no decir que muerta, claro, hay que tener en cuenta de que según la historia del juego, la Montaña Roja hizo erupción hace algún tiempo y este fue el causante del por qué se ve de esta forma, pero aún con eso tiende a desagradar a la vista del público.
Dejando de lado los aspectos negativos, se puede concluir que esta expansión es realmente grande, atreviéndome a decir que es la más grande de las tres, ya que agrega no solo nuevas ubicaciones, sino también un mapa nuevo para explorar. Personalmente, prefiero al DLC Dawnguard antes que este, ya que me atrae más la temática de cazadores de vampiros contra vampiros, pero, eso no le quita el que este DLC agregue horas y horas de tiempo de vida al juego, ya que para tan siquiera pasar la historia principal, tendrás que tomarte por lo menos un buen puñado de horas (y eso si eres de los que se concentran en la historia principal dejando de lado las misiones secundarias)

Este es mi análisis del DLC Dragonborn. Espero que les haya gustado y muchas gracias por leer.