Review Pillars of Eternity: acompaña al Observador en busca de su destino

  Caminando en los límites de la locura y la cordura, el observador vislumbra las almas como un libro abierto y sin secretos, incluso cuando no quieren ser contados o revelados. Es inevitable para quien observa. Campesinos harapientos que en su día fueron reyes, caminantes tranquilos que en realidad son asesinos, un alma atormentada atrapada y sin cuerpo, un hombre corriente con aspiraciones mundanas e incluso el alma de los Dioses. Nada escapa de la vista del observador ni siquiera la rueda de Berath o la entropía de Rymrgand son capaces de borrar el pasado impreso en las almas. Pero cuidado pues el observador mira atento, pero también es capaz de desgarrar el espíritu si se lo propone, más allá de los delicados hilos del alma donde los pensamientos van y vienen, fluyendo en una marea, la mano torpe de un observador podría dañarlos para siempre o quizá darle alivio. Pero cuando el observador mira dentro de su propia alma, esta despertará trayendo consigo los recuerdos de vidas pasadas y ajenas al cuerpo que habita. Recuerdos que pueden enorgullecer o traer vergüenza infinita, solo para darte cuenta que está al borde la locura. Pregúntate entonces ¿es un don o una maldición? Quizá sean ambas

  Para aquellos que hayan tenido la oportunidad de jugar este grandioso título, seguro le son familiares mis palabras. Para otros, quizá no signifiquen nada, pero puede que le interesen y si es así puedes quedarte a leer. Este juego supuso para mí un soplo de aire fresco en el género del RPG, que ya se venía quedando estacando. He querido hacer una review como debe ser y no. Esta vez no será una retroreview. El juego es bastante actual, aunque no lo parezca, pero es precisamente ese toque retro y ese espíritu añejo lo que hace a Pillars of Eternity tan glorioso; no hablaré aquí sobre su DLC conformado en dos partes, pues he preferido darle protagonismo aparte para ser analizado de forma correcta y bien merecida. Por lo demás acompáñame en esta Review y descubre más sobre este título

  Pillars of Eternity por su traducción al español, Pilares de la Eternidad. Es un videojuego de rol y fantasía desarrollado por Obsidian Entertainment y distribuido por Paradox Interactive para Windows, OS X y Linux en el año 2015 y dos años después en las consolas Play Station 4 y Xbox One. El juego está inspirado en los clásicos Baldur`s Gate, Icewing Dale y Planescape: Torment de los que bebe en esencia. El juego fue posible gracias a la financiación de Kickstarter; en dicho lugar se llamaba Project of Eternity. El juego logró su objetivo de financiación inicial en solo 24 horas, aunque dicha campaña cerró el 16 de octubre de 2012 recaudando más de lo esperado. En el proyecto están involucrados figuras ya ilustres como el gran Chris Avellone. Pillars of Eternity tiene ese espíritu antiguo, pero en cuerpo nuevo con una identidad propia y renovada. No tenemos aquí una copia de Baldur´s Gate, en vez de eso tenemos un juego que le homenajea con una fórmula estupenda y una historia fascinante, pero sin llegar a ser una copia, en vez de eso han sacado lo mejor de cada uno y lo han reconvertido para mejor: Una perspectiva isométrica clásica; un sistema de combate mejorado, rítmico y táctico; una creación de personaje mezcla de nostalgia y originalidad y una gran cantidad de diálogo con múltiples opciones.

  Por otro lado, en Pillars of Eternity es muy fácil perderse uno mismo de buena manera al sumergirse en su historia y su original trasfondo en su propio universo fantástico que encanta y que atrapa. La decisión de crear un universo propio fue un riesgo enorme pero muy acertado y a muchos, incluyéndome, nos ha encantado el trasfondo y la historia que se cuenta. Desde el primer momento a los amantes de lo retro y de la cultura RPG nos llena de nostalgia y eso conlleva a generar interés. Los sobrios escenarios acompañados de la ambientación profunda y enigmática, los primeros diálogos y escenas que crean el contexto del juego en un tutorial muy bien pulido, te engancha desde el primer momento y te hace perderte en su magia enigmática. El primer compañero que encontramos nos revela parte del mundo en que vive el personaje con un misterio y familiaridad mundana. Es allí mismo que el personaje que hemos creado revela sus primeras facetas del trasfondo que le has creado; por ejemplo, mi personaje era un esclavo Aedyriano, resentido y con cierto desdén por las reglas y las leyes. En esa simple y llana conversación tan cotidiana, parte de este pasado surge y a pesar de no variar la escena en pantalla si lo hace con gran magnitud en sus diálogos y en el desarrollo de la historia a través del impacto creado. Quizá a muchos esto, no les suponga una gran diferencia, especialmente aquellos neófitos de los juegos de rol e interpretación. Pero sí especialmente a aquellos nerds nostálgicos de la época de Planescape y a aquellos que creamos personajes en una hoja de papel, solo con nuestra imaginación y lo posicionamos en un mundo fantástico en donde la espada y la brujería son el pan de cada día, donde ver un muerto viviente espanta, pero da lugar a habladurías y donde las gentes llanas rezan a Dioses del cultivo o al Dios del comercio como una rutina diaria, a través de un lanzamiento de dados (si tú, ese que recuerda como un 1d20 afectaba un viaje próximo o una caída cotidiana se tornaba en fatalidad). Esto, aunque imperceptible para algunos, es fundamental porque asegura desde el primer instante una gran cantidad de curiosos y público interesado, que al final se convierten en potenciales seguidores.

Pantalla de subida de nivel de persona, en donde mi personaje llamado Alvis, es un cruel y engañoso sacerdote de Skaen sin escrúpulos y antiguo esclavo, que combina lo clásico con lo novedosos al equiparse con una pistola en vez de las clásicas mazas para sacerdotes.

  Por supuesto este no es un juego de Dungeons & Dragons o de Dragonlance, pero la influencia es clara desde el primer momento que miras la pantalla de creación de personaje y las distintas razas y clases disponibles. Como los místicos elfos, los rudos enanos, los siempre aguerridos humanos. Además de razas nuevas y únicas como los Aumaua, los Orlanos o los originales Divinos que nos recuerdan un poco a los clásicos Tiefling. Pero con un trasfondo original, manchados o bendecidos por los Dioses y con particularidades como no poder usar yelmos o causar impresión o repugnancia. Esto crea un índice de dificultad añadida según el trasfondo muy clásico también. Por otro lado, tenemos las clases que definirán el rol de nuestro personaje, un guerrero o mago típico, aunque pronto descubres que no lo son tanto; o un novedoso Cifrador, cuyo rol se desarrolla en un enfoque cuasi mágico, pero a la vez técnico y avanzado. Pero esto no es todo lo que necesitas para comenzar el rol, elementos como el lugar de nacimiento, ocupación y atributos; definen la identidad del personaje y la impresión causada en el mundo que lo rodea. No es lo mismo un mercenario del bosque de Dyr, tradicional a uno de Rauatai superviviente, aunque ambos sean espadas de alquiler y descubrirás que la misma persona en ese universo puede tratar con respeto a un aristócrata de la Antigua Vailia y escupir a la cara a uno de Aedyr. Pero es el jugador quien al final define la personalidad, dependiendo de sus acciones y sus reacciones en situaciones como esta.

  El universo en el que te encuentras te es familiar, pero a la vez desconocido, haciendo uso de una profunda y lenta narración artística, que te recuerda como jugador que ese lugar en donde estás, no lo has visitado antes. Una de las mecánicas del juego son los largos diálogos y las numerosas decisiones que te harán leer, y cuando digo leer, es mucho. Así que si estás buscando un juego de acción rápida y eres de lo que se salta escenas y conversaciones. Te digo que este no es tu videojuego para nada. En ese mismo mundo que vas descubriendo, conocerás distintas personalidades, con las cuales podrías conversar, ignorar e incluso unir a tu grupo. Los grupos se conforman de hasta seis en total, incluido el protagonista, que pueden ser personajes que te encuentras u otros que creas también de forma adicional. Por lo que se introduce esta opción, por si quieres llevar un grupo completamente personalizado. El equipo y objetos encontrados nos trae ese regustillo clásico como espadas, arcos y bastones. A su vez innova introduciendo pistolas, trabucos, varitas y grimorios mágicos. Las armaduras y demás protecciones a veces limitan a algunos personajes como los magos, que tardan en actuar. Pero en realidad podremos equipar a la mayoría como mejor veamos y nuestra táctica nos permita. Con ellos en mano puedes recorrer un inmenso bosque lleno de animales salvajes o una clásica mazmorra de tipo cueva con ogros, edificios abandonados que son base de operaciones de bandidos o complejos laboratorios con autómatas y criaturas nunca antes vistas, y que tienen ese sello único “Pillars” y nunca faltará el clásico jefe de área un enemigo todopoderoso y muchas veces opcionales, como los dragones. Además de grandes monumentos naturales de roca verdosa viva y palpitante que vemos desde el minuto uno y nos damos cuenta tiene un impacto enorme a lo que vemos, aunque parezca estático.

El grupo de personajes puede ser 6 en total, puedes apreciar la vista isométrica y los detalles tanto de personajes y su equipo como de la instancia.

Pillars of Eternity no tiene cinemáticas, en vez de ello hace uso de viñetas sepia que desarrollan una escena además interactiva.

  Como en casi cualquier universo fantástico que se precie, tenemos a los Dioses. Deidades seleccionables que también escogemos en la creación del personaje como patrón o Dios “favorito” nuevos conocidos como Skaen, Magran, Berath o Woedica. Que pronto descubrirás tienen una gran influencia en el mundo de Pillars of Eternity y en sus seguidores, además del mismísimo personaje. Algunos viven y mueren por la devoción a estos, mientras otros prefieren buscar explicaciones lógicas y se alejan del esquema netamente religioso cambiándolo por uno científico. Pero además de las divinidades, algo completamente original se manifiesta en el personaje. Cuando en el principio de la partida y tras nuestro primer gran trauma, vemos como el personaje se convierte en un “Observador” la nueva condición del jugador define y desarrolla la trama trabajando simbióticamente con el trasfondo y la interpretación, pero a su vez nos abre un mundo de posibilidades cuando descubres que opcionalmente puedes leer e interpretar el alma de los distintos personajes viendo vestigios de su pasado e historias dignas de los capítulos sueltos de un libro en personajes tan comunes como un tendero, un paseante de la ciudad o un alma en la tumba de un cementerio. Estos personajes están marcados en el mapa y aunque no es necesario leer sus historias, ni afectan de ninguna forma el juego. Si puede llegar a ser muy entretenido con un lenguaje auténtico y una temática reveladora en donde eres un espectador. Pequeñas historias como el niño maltratado que creció con deseo de venganza, el aprendiz de mago que salva el día cuando un troll aparece en un campamento de improvisto y nadie se entera de su heroicidad. (salvo el observador, es decir: el personaje y por ende tú mismo.) Todo esto es un elemento clave introducido por Obsidian que no es invasivo, pero que le da ese toque singular al juego. Sin variar la imagen en pantalla y dejando volar la imaginación, todas estas historias además de expandir el juego honra a los patrocinadores pues las historias son aportadas por la mayoría y ya que tocamos datos curiosos, puedes encontrarte muchas veces con lápidas o conmemoraciones que traen los nombres de dichos patrocinadores, todo un homenaje humilde y un acierto respetuoso por parte de Obsidian.

  Sin embargo, aunque existen las tramas opcionales, también existen las tramas obligatorias. En ese aspecto también brilla con intensidad el título, aunque sus narrativas profundas y enigmáticas atrapan, a su vez también podría llegar a dar la sensación de sobreactuación. Tendremos diálogos perfectos del campesino más humilde que parece haber estudiado literatura y bellas artes, pero lo desaprovecha en un chiquero. Y por momentos da la impresión poco natural de que ese campesino cotidianamente no hablaría así. No obstante, se nos presentan diversas historias con términos nuevos de un universo desconocido al que debemos entender y familiarizarnos. Las intensas narrativas de los personajes se ven acompañada de la voz en off o la típica del narrador, que muchas veces nos explica lo que sucede para crear el contexto necesario. Sobre todo, cuando intentamos responder nosotros mismos o ejecutar una acción en base a los diálogos, como saltar por un risco hacia un río o mejor retroceder para buscar una cuerda de escalada. Esto puede ser sencillo y dar lugar al sentido común. Pero ¿qué sucede cuando nuestra reacción es estrictamente emocional? Se dan casos como: No haré esto, está mal o no haré eso está mal para mi deidad. En el cual ambos contextos son distintos y la voz en off narrativa no ha sabido o no ha podido (para no ser invasiva) explicárnoslo en su totalidad. Claro que esto da lugar a las consecuencias que pueden llegar a ser muy naturales e inesperadas. Pero también nos obliga a empaparnos de los diferentes tomos, historias que vamos escuchando de otros y de una gran biblioteca de trasfondo disponible en los menús del juego. La típica “cultura popular” estoy consciente de que esto, aunque a mí me encanta. A otros no les parecerá tan atractivo y quizá no entenderán la trama o que ha sucedido con exactitud es esa decisión tan importante.

Las reputaciones definen la personalidad del personaje según las decisiones que has ido tomando y pueden modificar notablemente diálogos en escenas, así como la perspectiva general que tienen del mismo. En este caso mi personaje más ñoño Leira, que es un Divino de la naturaleza bondadosa, amable y honesta (a veces).

La Fortaleza Caed Nua te pertenece, es tu base de operaciones y como señor de la misma te corresponde toda la responsabilidad. Aquí se puede apreciar a mi personaje ofreciendo una.

  Los personajes que nos encontramos y que son jugables presentan cada uno una historia, una personalidad y uno diálogos diferentes. Nos podremos identificar con ellos en gran medida, pero en cierto momento se echa en falta algunas emociones que nos transmitían los personajes de otros géneros similares como Neverwinter Night 2, Dragón Age: Origins o Mass Effect. Aunque claro, en esta nos alejamos del clásico. Pero puedo decir con toda seguridad que, aunque no tengamos a una Qara impredecible o a una Morrigan hilarantemente macabra; tendremos personajes muy bien construidos de tramas personales profundas y que a mí me han llegado muy adentro. Daré dos ejemplos sin desvelar nada de la trama. De mis favoritos tenemos a Durador, un obstinado clérigo que nos contará historias fascinantes mientras vemos como sus propios errores lo consumen y nos insulta poco después por preguntar tanto, pero aún así quieres saber más; y en especial un personaje sin nombre: La Madre Afligida (se conoce así) que generó más de un debate entre mis colegas amantes del género y mi persona. A mi gusto el personaje más completo y complejo. Una Cifradora que no conoce el significado de esa palabra, pero si el de su poder. Con una historia personal que bien podría ser otro juego. Creando historias sobre historias y fascinando a la vez que alimentas tu insaciable curiosidad disfrutando de cada segundo en el juego. Aunado a los personajes, están los elementos únicos de la trama que componen el título, como la animancia, estudio de las almas que se manifiesta como habilidad o tabú en Pillars. Puede que la Madre Afligida tenga un pensamiento distinto sobre este tema que por ejemplo Aloth

  Las mecánicas del juego también varían en función de la historia, con un sistema de combate estupendo en el que debes usar la cabeza con consciencia, no estamos ante el típico machaca botones de turno. Cada personaje, cada habilidad, cada posición y organización en pantalla es vital. Contaremos con la necesaria “pausa táctica” que nos da oportunidad de elegir que haremos a continuación. El fuego amigo es un aspecto añadido y peligroso, no podrás lanzar una bola de fuego a placer sobre los enemigos que está deteniendo el tanque sin chamuscarlo también. Aunque existen unos círculos tácticos que nos enseñan en donde será el impacto y en donde está el área segura para tus compañeros. Las batallas son un elemento constante, pero al igual que leer requiere paciencia, las batallas lo requieren doblemente, la micro gestión está presente en todo momento y puede llegar a ser muy divertido y todo un reto. La vida del personaje en Pillars of Eternity es única, así que, si te quitan toda la vida, el personaje puede quedar lesionado de gravedad para siempre e incluso morir. Por ello además de la barra de vida que se representa en el color del retrato del personaje en una singular interfaz muy intuitiva, tendremos la barra de resistencia que es en realidad la que nos puede restar y dar al personaje por vencido sin que necesariamente lo maten. Entonces los conjuros o pócimas recuperan esa resistencia y no la vida. Otro aspecto es que estas lesiones o estados alterados que pueden surgir en combate como huesos rotos, órganos lesionados, etc. Pueden disminuir la capacidad general del personaje y hacerlo menos eficiente también fuera de batalla en donde igualmente puedes sufrir lesiones. Por ejemplo, si intentas cruzar un río y te caes. La vida y las lesiones solo se curan con tratamientos especiales y durmiendo. Hablando de batallas, estas pueden aparecer en donde menos lo esperas y las decisiones que has tomado influyen en esto. ¿Has decidido por afinidad unirte a una facción de la ciudad concreta? Quizá la otra facción a la que los primeros no les agrada, te ataquen o frustren tus planes. ¿Has violado la tranquilidad de un santuario en el bosque? Quizá los elfos druidas te ataquen en un futuro o envíen tropas en tu búsqueda. Obviamente en tus elecciones también juega tu alineamiento y pone en juego un factor llamado reputación e influencia. Por ejemplo, si eres muy afín a una facción serás “poderosamente bueno” para ella, pero “poderosamente malo" para la otra, por otro lado, puedes tener la reputación de ser una persona honesta con lo cual algunos diálogos cambien, el personaje conoce tu reputación y sabrá que nunca mentirías, aunque al final lo hagas si lo necesitas, pero esto bajará dicha reputación. Puede que el mismo personaje cambie su diálogo si en vez de honesto se te conoce por ser un tirano, te tendrán miedo o cederá a tus exigencias.

La cantidad de texto a leer en las narrativas es considerable y fuertemente influenciada por la reputación del personaje, véase que por ser honesto obtengo un dialogo adicional.

Pero también puedes ser cruel e inspirar miedo, puedes ser lo que quieras.

  El conjunto de misiones opcionales, necesarias, historias de personajes y de campaña en general está muy bien hilado y nunca llega a perder el fuelle. Nos alimenta como receptor de estas historias y crean complejidad en el personaje junto con las mecánicas cada vez más avanzadas. La dificultad, aunque ajustable es un aspecto también interesante. Puedes ir en el modo fácil que descubrirás que no es tan fácil o puedes ir en el modo difícil que descubrirás que no es tan difícil, si no lo siguiente. Añadiendo modos de juego como prueba de hierro o solitario. En el primero solo tendremos una partida y una vida, si nos matan se borra la partida de forma automática. Mientras en solitario iremos solo con el personaje sin la ayuda de nadie. Algo que me llamó poderosamente la atención en el juego, fue el rol del personaje. No estamos ante un gran héroe superreconocido y amado. En vez de ello estamos ante un desdichado que estaba en el lugar equivocado en el momento menos justo y con un peso sobre sus hombros. Cosa que me encanta, aunque seamos héroes de una forma u otra. 

  Otro factor añadido en el juego es la Fortaleza llamada Caed Nua, que se convertirá en una fase temprana de la aventura en nuestra maltrecha base, aquí deberemos ir aportando dinero e invirtiendo tiempo para repararla y construir edificios como templos o armerías. Muy similar a la fortaleza que nos daban en Neverwinter Night 2. Te convierte en el señor de dicha fortaleza con toda la responsabilidad que ello conlleva. Si debes defenderla de bandidos, por ejemplo, quizá maten a tus guardias o quemen un edificio. En torno a la misma fortaleza también gira una trama secundaria muy interesante con niveles enormes de mazmorras que descienden laberinticamente por debajo de nuestras tierras, escondiendo peligros y nuevas aventuras. Pero también giran historias alrededor de la cotidianidad de la fortaleza y el señorío del personaje sobre la misma. Convirtiéndose en otro aspecto importante del juego, puedes inclusive llevar a los calabozos a diferentes enemigos que no quieras matar durante la trama principal, aceptar invitados prestigiosos o ayudar a la gente de los alrededores en objetivos secundarios conocidos como contratos; matar un bandido famoso o detener un grupo de trolls que están causando jaleo en un bosque cercano. La fortaleza además cuenta con dormitorios, salones de trono donde crear audiencias, barracas, bibliotecas, cocinas y un gran etc. Todo un mini juego añadido bastante entretenido. El inventario de nuestro protagonista además es bastante amplio con los objetos que usas y puedes cargar en batalla y el almacén donde guardas lo que no usas. Algo que se agradece enormemente en este tipo de juegos. Otro pequeño detalle es que puedes tener mascotas, algunas se añaden con la compra de una edición especial del juego, las demás las vas encontrando y aunque no hacen nada y pueden ser solo estéticas. Muchas veces los personajes prestarán atención al entorno y a la mascota, algo mínimo pero que te impacta cuando te fijas en el detalle.

En los diálogos muchas veces se te da la oportunidad de participar activamente y cada respuesta puede afectar nuestro alineamiento y disposiciones.

Otras veces la trama nos obliga a escoger una sola opción predeterminada.

  Pillars of Eternity puede parecer simple y demasiado añejo en sus imágenes y gráficas, así como su perspectiva isométrica que a veces cubre la pantalla con arbustos o rocas. Pero el juego tiene momentos espectaculares de gran belleza. Como entrar en un bosquecillo y ver un gran pilar de Adra (mineral verde repartido por todo el mundo de Pillars of Eternity) estéticamente impresionante y perfectamente detallado. Un impresionante diseño del agua corriente y cristalina o sucia y enmohecida. Personajes minuciosamente cuidados en aspecto y cambios de equipo que se les aplica. Efectos de magia y otros poderes son impactantes y coloridos. Con retratos que parecen ser pintados en óleo a mano por un artista consumado. A pesar de no tener cinemáticas, los diferentes momentos claves del juego en trama y sucesos se presenta en viñetas artísticas dibujadas a mano que particularmente me encantan y esto no es solo visual, estas viñetas se acompañan de espléndidos efectos de sonido y nos pone en situación creando emoción y empatía. También se aplican al movimiento, las órdenes, así como los ataques y magias lanzados. La actuación de voz por lo general acompaña los primeros diálogos narrados, pero no todos. Pese a esto llegan a ser bastante notables, como el sonido del agua fluyendo, las rocas cayendo o el viento soplando entre la madera podrida de una casa; expresando emociones y creando el ambiente de forma más que correcta. El juego no está doblado, pero sí subtitulado. Quizá un doblaje de altura le hubiese dado aún más elegancia, no hace falta en absoluto tampoco.

A pesar de su estilo retro, Pillars of Eternity ofrece momentos de gran belleza visual y sonora.

  Pillars of Eternity es toda una belleza antigua en la actualidad, encarnando los aspectos más emblemáticos del rol de la vieja escuela y combinándolo de forma eficaz con elementos modernos sin perder la esencia. A la vez que logra crear una fórmula original. Algo realmente complicado hoy en día. La calidad de las narraciones es tan sorprendente como la gran cantidad de texto presente en el juego. Prestando atención en detalle y con mucho mimo a cada aspecto. Podría decir con seguridad que el juego fue desarrollado por personas que aman su trabajo y nos lo enseñan de forma sublime en el resultado final. Si bien es cierto que en el momento de su salida presentaba algunos bugs y fallos en los escritos y subtítulos, recuerdo que errar es de humanos. Pero han ido puliendo detalles y corrigiendo errores con parches desde su salida. Pillars of Eternity nos ha regalado un gran inicio de lo que espero sea una gran saga de juegos de rol, amo su historia y su trasfondo, que bebe de lo clásico y al mismo tiempo transfigura en un clásico en sí mismo. Dentro de unos años con seguridad lo será. Una joya nueva y de culto que se adentra y se abre paso en un gran estante de la biblioteca inmensa que conforma el mundo de los videojuegos.