Retroreview Legacy of Kain: Blood Omen, Así comenzó el legado

   Hace tiempo un joven noble de Nosgoth nacería con una increíble responsabilidad, sin saberlo sería el último vampiro y a su vez el salvador de Nosgoth. Un inexperto Kain sería asesinado a la salida de una taberna de mala muerte en uno de sus viajes, reconvertido en vampiro para cobrar su venganza sin conocer el precio de su nuevo don.  Desde entonces Kain deberá enfrenar números retos tanto los de asimilar su nueva condición como la de encontrar a los guardianes de los pilares corruptos para poner fin a su locura y así restaurar el equilibrio. Con la ayuda de Ariel y el mítico vampiro Vorador.  El joven vampiro se enfrentará a multitud de feroces enemigos, complicadas mazmorras y poderosos ejércitos. Dando inicio al legado de Kain.

   Siendo el primer juego que dio inicio a la saga, no querría para nada destriparos la trama, es por ello que me he encargado de hacer una introducción un tanto genérica, si has jugado Soul Reaver o incluso Blood Omen 2 lo entenderán. Legacy of Kain: Blood Omen es el primer juego de la mítica saga Legacy of Kain que se ha convertido hoy día en un juego de culto por su impresionante y cuidada historia.  Sin embargo, los inicios de esta saga antes del éxito de Soul Reaver fueron lentos y bastantes duros, por no decir, criticado duramente. En esta ocasión haré una retrospectiva rompiendo una lanza a favor como siempre bajo mi punto de vista, pero siendo bastante objetivo, si estás interesado, entonces sigue leyendo a continuación.

  

   Legacy of Kain: Blood Omen por su traducción al español, Legado de Kain: Presagio de Sangre; es un videojuego de acción y aventura, aunque también podría considerarse un ARPG (action role playing games) ambientado en un universo gótico, oscuro y en inminente conflicto. Desarrollado por Crystal Dynamics y la extinta Silicon Knights y distribuido por Eidos Interactive. Lanzado en 1996 para PC y Play Station, con una versión en Sega Saturn que nunca vio luz. Es el primer juego de la saga Legacy of Kain y nos relata la historia del nacimiento de Kain como vampiro y su evolución y estableciendo los cimientos de una saga que marcó el mundo de los videojuegos. Encarnamos al mismísimo Kain que tras ser asesinado es devuelto a la vida por Mortanius uno de los 9 guardianes de los pilares, Kain sin saberlo, acepta su don maldito sin tener idea del precio que tendría que pagar por ello, todo por un simple deseo de venganza en contra de quien le asesinó. Cuando completa su objetivo, se dará cuenta de que es solo el comienzo de su travesía pues su muerte, así como su resurrección no son casualidad. Ingenuo y orgulloso, emprende la búsqueda de los guardianes del círculo de los 9, los guardianes de los pilares de Nosgoth pues Ariel, la antigua guardiana del equilibrio le convence de que solo así podrá encontrar una cura a su maldición. Aunque durante su viaje, Kain se adapta a sus habilidades vampíricas y comienza a ver su maldición como un don y una forma de vida: el don oscuro.

   La historia de Blood Omen es una delicia, sombría y deprimente. Una historia de venganza que se torna rápidamente en un festival sangriento de la mano de un protagonista que aprende a ser desalmado, reforzando su arrogancia y su orgullo, no es que le importe mucho estar muerto y es que a medida que avanzamos en la trama vemos como Kain disfruta de su nueva condición convirtiéndose en un antihéroe perfecto y sin tapujos. Nuestro protagonista que da nombre al juego y la saga, es carismático y mordaz, lo podemos apreciar no solo en sus acciones si no en su narrativa que al igual que en juego posteriores de la saga, véase Soul Reaver es profunda y singular dando al juego ese toque que tanto gusta y por suerte, salvándole, pues es el argumento y el carisma de sus personajes es el punto fuerte de Blood Omen.  Kain es un noble y eso se traduce a un linaje enaltecido que veremos a lo largo del juego, sacando a relucir un asesino despiadado y sin escrúpulos, con una sed de sangre insaciable. Muy similar al Kain que conoceremos más adelante pero también muy ingenuo y falto de experiencia, esto se puede apreciar bastante comparándolo con su papel antagónico en Soul Reaver. La narrativa de Kain es acompañada de su sátira y su risa malvada al momento de atacar y asesinar a sus enemigos o incluso a gente inocente, nadie pensaría que hasta hacía unos momentos al comienzo del juego era la víctima. 

   El juego de cámaras, seamos sinceros. Da pena, es malo. La vista bidimensional y la posición enfocada desde arriba no son lo mejor, especialmente si tenemos en cuenta la época en que se ha creado el juego, que no hablamos de un juego de la SNES. Descubrirás que la cámara se queda corta y apenas lograrás ver que tienes delante con suerte, puedes alejar dicha cámara, pero esto hace que se cree un desenfoque terrible e inexplicable. Es aún peor cuando hay varios enemigos, véase sprites en pantalla y alejas la cámara. Todavía peor es cuando es una habitación o zona muy amplia y no la típica mazmorra cerrada y pasillera.   Pero oye, que no todo es malo. En particular el juego tiene un buen diseño, bastante nostálgico y agradable que recuerdan grandes títulos como Zelda o Fire Emblem pero con ese toque tan propio que tiene la saga Legady of Kain. Ese semblante oscuro, esa brisa tenue y macabra. Ese mundo inmerso en la podredumbre que lo hace tan atractivo. En Blood Omen vemos Nosgoth por primera vez y desde un palco VIP, pues es el título en donde mayor parte de este misterioso continente conocemos. La tierra de Nosgoth es multifacética y va desde densos bosques, ardientes volcanes o helados paramos. Podremos aprecias mejor esto en el mapa que se nos presenta en la interfaz. Repartidas por esos parajes nos encontramos multitud de mazmorras y castillos que recuerdan al rol de la vieja escuela. Estas pueden contener una gran cantidad de secretos, pasillos y cuartos ocultos. Esto hace que explorarlas sean tan divertido como peligroso, pues muchas veces no contamos con las habilidades o el nivel necesario para terminarla o incluso podemos quedarnos atrapados en ella, pensando ¿en dónde demonios me he metido? Cualidad que hace que el jugador se olvide un poco de la trama principal y lejos de ser algo negativo, es un aspecto nada despreciable que alarga la duración del juego. A gusto personal me encantan los juegos donde te sales por momentos de la línea argumental para explorar y hacer lo que te plazca.

   Pero además de las mazmorras tenemos las ciudades, pueblos y aldeas. En donde la gente se pasea tranquilamente. Solo siendo ganado esperando ser devorado por Kain. Puedes decidir si hacer una masacre o ser caritativo y hacerles el favor de perdonarles la vida. Después de todo no es bueno terminarse toda la comida, principalmente cuando la sangre es una necesidad tan limitada. Algo destacable es que en algunos lugares donde has dejado cadáveres estos se convierten en fantasmas. Al asesinarlos y succionarlos (ah sí podemos comer lo que sea y matar lo que sea) no te devolverá vida, solo maná (Ups). Es mejor tenerlo controlado y pasar en general por un ciudadano corriente en el mejor de los casos, en la mayoría de las veces. Aunque esto no puede resultar siempre tan fácil, el aspecto de Kain es inquietante y genera sospecha: No todos los días ves a un hombre pálido como la muerte y el cabello blanco. Pero tranquilo que Kain tiene algunos trucos bajo la manga, ser un vampiro además de ser una maldición tiene sus ventajas ¡podremos transformar a Kain en un aldeano corriente! Bueno no suena tan espectacular, pero es útil para pasar desapercibido. Seguramente te resultará más atractiva la idea de que se convierta en un hombre lobo con el que podremos dar grandes saltos y esquivar algunos obstáculos insalvables en nuestra forma bípeda. Lo mismo se aplica a la forma de niebla o la nube de murciélagos para tele transportarte rápidamente y hasta en un fantasma para cruzar ríos y algunas puertas. Blood Omen también dispone de varios acertijos en su mayoría de entorno, algo típico en la saga, el problema es que estos acertijos se parecen todos y consta de activar interruptores en una parte o en otra hasta desbloquear caminos antes cerrados. Nada destacable y no parece que se hayan molestado mucho en hacerlos complejos. En las diferentes mazmorras podremos encontrar elementos útiles como altares de sangre donde incrementar nuestras habilidades. Y por supuesto, tendremos enemigos, enemigos a montón.

   Algo destacable en el juego son los combates, aunque puede llegar a ser un poco tosco es bastante satisfactorio ver caer a los enemigos ante tus poderosos ataques. Kain suele celebrar mientras apuñala, corta, desmembra y desuella enemigos. Gajes del oficio y…  ¿Por qué no disfrutarlo? Otros hacen contabilidad en un escritorio y otros escriben artículos. Los tres se lo pasan pipa. Aunque he de reconocer que lanzar el mismo grito de guerra aburre la centésima vez que la escuchas, incluso la mítica “Vae Victis” de Kain. Por añadido para mejorar el combate puedes encontrar gran cantidad de armas, armaduras y objetos en general que nos irán fortaleciendo. También aprenderemos magia con múltiples hechizos que nos facilitarán la vida. En cuanto a la variedad tendremos armas diversas como hachas, lanzas, espadas y por supuesto la mítica Soul Reaver (segadora de almas) que como imaginarás es el arma más poderosa de todo el juego. (¿lo dudadas?) pero si algo es destacable en todo este conjunto quiero resaltar las cartas de Tarot mágicas que nos ofrecen hechizos únicos y poderosos, además de extremadamente geniales con efectos como explotar enemigos en pedazos o desollarles arrancándole la piel y dejando el esqueleto al más puro estilo Mortal Kombat. Aunque no debemos abusar de ellos, ya que la mayoría no nos dejará beber la sangre de los enemigos y lo necesitamos, la barra de salud de Kain se va vaciando poco a poco representando su sed continua de sangre y claro, se vaciará si recibimos daño. Pero podemos volver a recuperarla drenando la sangre de nuestros enemigos o del ganado que antes mencioné. La función es sencilla, debes golpear varias veces un objetivo y en el momento de verle tambalearse podrás beber su sangre sorbiéndola a distancia y viendo como cae directamente sobre tu vial de vida de forma bastante gráfica y sonora he de decir. Ya mencioné la cantidad de armas y hechizos disponibles. Pero no mencioné lo distinto que puede ser empuñar un hacha y matar con ella, que hacerlo con una espada. Para empezar el hacha ocupa tus dos manos lo que no te dejará usar hechizos, por otro lado, la Soul Reaver no te deja alimentarte pues matar con la segadora, la alimenta a ella y además consume maná. Algo que no debería sorprender a los entendidos de la saga. Las formas de matar son diversas y dan lugar a la experimentación, algo que agradecer en este tipo de juegos.

   Es evidente que Legacy of Kain: Blood Omen no es un juego para niños, ya que trata temas bastante complejos. Sin mencionar la violencia explícita descrita anteriormente, el juego está lleno de insinuaciones eróticas y lugares como burdeles. Además de referencias claras sobre la esclavitud, la guerra, la enfermedad, las plagas. El detalle en estos temas es evidente y podremos ver víctimas de la peste, arte erótico en los burdeles y prostitutas. Incluso podremos asesinarlas en sus camas, una muerte deprimente que encaja con el ambiente del juego y que si eres seguidor de Legacy of Kain pero nunca habías jugado Blood Omen seguramente extrañarás en juegos como Soul Reaver donde estos temas mundanos pasan a segundo plano o ni si quiera existen.  Es el juego en este aspecto es muy nutrido, muy elegante y para nada sencillo. No tendremos un camino lineal por lo que perderse en el mejor de los casos será lo menos preocupante que te pueda suceder.

   Un problema evidente en Blood Omen, sobretodo en la versión de consola son sus frustrantes tiempos de carga, que pueden llegar a ser eternos. Por desgracia no hay forma de dejar bien parado el juego aquí, entrar en una habitación puede ser tardado, pero cuando debes visitar un mapa lleno de numerosas casas y mazmorras accesibles es una tortura visitarlas todas y es que hasta entrar en algunos de los menús genera un tiempo de carga inexplicable. Muchos juegos de esa época no solo tenían mejores gráficos y estaban mejor optimizados. Si no que además tenía tiempos de carga razonables entre zonas. ¿Qué sucede con esto? Que puedes estar en el momento más interesante concentrado en la narrativa, en el ambiente del juego y de repente debes acceder al menú por que el juego así lo exige. El siglo que tarda cargando te hace perder la inmersión y te das cuenta que ver la barra de progreso de desfragmentado del disco duro podría ser igual o inclusive más divertida.

   Afortunadamente los pros son mayores que los contras y aunque los problemas que acarrea el juego son molestos, no resta para nada valor al conjunto que conforma Blood Omen. La historia en sí misma es espléndida, amplia y detallada. No podría ser menos del juego “madre” de la saga. Nosgoth es un mundo irónicamente brillante y complejo, Kain es un protagonista que como vampiro es poderoso, inspira fuerza y energía en contrapartida positiva es consciente de sus debilidades y esto se traduce en un carisma cínico y sombrío que encanta y divierte, pero lo más importante es su atractivo. Tú eres Kain, simple y sin tapujos, sin duda lo mejor del juego.

   El apartado gráfico no es el mejor, especialmente si recordamos juegos de esa misma época con mayor resolución y mejor aspecto. Pero no se queda tampoco tan corto y cumple las expectativas, el juego de luces y sombras está bien trabajado. El diseño de los personajes y del mismo Kain es un poco tosco, las aldeas y mazmorras están bien diseñadas, aunque tienden a ser repetitivas y en el mejor de los casos muchas se parecen. Pero me hace recordar sagas que disfruté sin molestarme por los gráficos. Después de todo ¿Qué son los gráficos sin una historia sublime y unas mecánicas bien cuidadas?  Las cinemáticas cumplen con entera satisfacción y me atrevo a decir que tiene varias de las mejores del mundo de los videojuegos, no en aspecto si no en lo que enseñan. Donde el juego cumple bastante bien es en el sonido, el OST tiene un tinte épico clásico que te pone los pelos en punta y es digna de mención, el sonido de la sangre y de los gritos, así como los diferentes efectos no te defraudarán. Pero seguramente donde el juego destaca es en la actuación de voz y su artística narrativa que daría esa identidad característica de la saga, aunque aquí no lo tengamos doblada al español por desgracia y es un poco difícil entenderlo si no eres muy ducho con el idioma anglosajón sobre todo porque ni si quiera dispone de subtítulos en inglés.

   Seguramente para muchos de los que estén leyendo y estén viendo las imágenes ahora mismo, el juego les parezca anticuado y ofensivo a la vista, pero no todo tiene por que entrar por los ojos. Si observas más allá del apartado visual te encontrarás con un videojuego de culto, una historia impecable y profunda, una actuación de voz sorprendente que ha arrojado algunos de los mejores guiones que existen en los videojuegos y el estilo clásico del juego es definitivamente atractivo para aquellos nostálgicos amantes de lo retro.  Legacy of Kain: Blood Omen es una joya oculta que dio lugar a otras más pulidas y aplaudidas pero que sin su existencia no hubiese sido posible su nacimiento. Si me preguntas, hacen falta más Blood Omen en el mundo de los videojuegos con ese mimo puesto en todos los detalles y menos sandbox y shooter del montón con gráficos impresionantes pero vacíos en espíritu. El juego puedes encontrarlo en los clásicos de PSN Store en perfecto inglés, lamentablemente conseguirlo en descarga digital en plataformas como Steam o GOG no es posible. Sin embargo, podremos encontrar un remastered e incluso una traducción al español de la mano de muchos fans de la saga lo cual no hace más que demostrar el amor que un pequeño colectivo en el mundo tiene por el juego y por la saga en general, si te animas no dudes en buscarlos.