Os voy a hablar sobre Painkiller, un juego donde la diversión radica en matar, matar a todo lo que se te ponga por delante, matar de mil maneras diferentes y de las formas más originales, matar hasta acabarte el juego y llorar por no tener nada más que aniquilar.
El juego comienza con una cinemática, donde nos muestra al protagonista conduciendo con su mujer, y por un descuido, tienen un accidente falleciendo los dos en el acto. Más tarde vemos a Daniel, nuestro protagonista, está anclado en el purgatorio, donde intenta sobrevivir todo el tiempo posible y, sin saberlo, logra labrarse una reputación que llega hasta el mismo Dios.
Asimismo, se nos presenta un “Agente de Dios” y nos ofrece la oportunidad de ir al cielo con su esposa, para ello, tan sólo debe de acabar con los cuatro Generales del diablo. Una vez cumplamos el pedido, tendremos vía libre hasta nuestra amada.
A partir de aquí el juego será ir de escenario en escenario matando a todo ser que veamos hasta que no quede ninguno, de esta manera desbloquearemos el próximo entorno para seguir matando. Toda una sinfonía de muerte y sangre.
El juego está repartido en capítulos, de tal modo que cada uno tiene entre seis y cinco escenarios que se desbloquearán cumpliendo estos niveles. Estos escenarios tienen unos ambientes únicos pareciendo en todo momento que estamos en el verdadero infierno.
Cada cierto momento veremos una cinemática mostrándonos a nuestra buena compañera Eva o nuestro “Agente de Dios” preferido, ellos serán quienes nos indiquen dónde se encuentran los Generales debido a sus propias investigaciones.
La trama como es de esperar en un shooter está aceptable, no es ni muy mala ni una obra maestra, pero entretiene lo justo para relajarnos de vez en cuando con las cinemáticas y saber qué se cuece por los infiernos.
La jugabilidad sí que es una obra maestra, tendremos que estar todo el tiempo en movimiento, porque si nos quedamos parados más de cinco segundos estamos muertos, es que literalmente nos la vamos a tener que ver con hordas de demonios, de todos los tipos y tamaños que puedas imaginarte. Es increíble la exagerada cantidad de seres que iremos aniquilando por cada uno de los escenarios usando todas las maneras creativas que nos ofrece el juego.
Las armas son lo más atractivo de esta aventura tan infernal, todas y cada una de ellas tiene dos disparos alternativos, es decir, con el botón izquierdo del ratón tenemos un tipo de munición, y con el botón derecho, tendremos los disparos alternativos, de esta forma, cada vez que encontremos un arma nueva estaremos locos por probarla con algunos enemigos del entorno. Estos artilugios pueden ser desde escopetas y de secundaria disparos congeladores hasta una lanza-estacas para empalarlos a las paredes y como secundaria lanza bombas. Y así podremos obtener un total de siete armas únicas.
Durante los entornos, los enemigos aparte de dejar todo un río de sangre, nos regalarán almas de distintos colores, si son verdes, al recogerla pasando sobre ella recuperaremos un punto más de vitalidad, si son rojas, unos cinco puntos más, dorada veinticinco puntos más de salud y si el alma es una mezcla entre el rojo y el verde, recuperaremos toda nuestra vitalidad. Como es normal en estos géneros, en los escenarios habrán muchos secretos, como pueden ser: armaduras, reliquias ocultas y dinero que obtendremos al reventar objetos.
Antes de iniciar un escenario se nos mostrará el desafío opcional que podremos realizar, si lo cumplimos se nos premiará con una carta del tarot negro, las hay de dos tipos, plateadas y doradas. Estas cartas nos darán cierta ventaja sobre los escenarios durante un tiempo determinado, ideal si jugamos en una dificultad elevada.
También habrá momentos en los que nos transformaremos en un demonio durante un breve periodo de tiempo, en la cual cada disparo será mortal, eliminando a los demonios de un solo disparo.
Los gráficos son bestiales y la optimización apabullante para el año de su debut en el 2004, comparado con otros juegos, parecía de otra época.
Esta reseña está basada en el juego original del 2004, ya que en 2012 sacaron un remake denominado “Painkiller: Hell and Damnation”, con todos los contenidos dlcs que tenía la antigua versión, más aparte una gran mejora gráfica, y añadiendo algunos contenidos originales como son: armas, escenarios, demonios, etc… para darle unas pocas horas más de vida.
Conclusión:
Painkiller es un juego espectacular, ya sea en su versión de la primera década del dos mil como de su remake, ofreciéndonos provocar una gran masacre por el mismísimo infierno.
Recomiendo este juego, ya sea en su remake u original, a todos los usuarios de Gamehag, es un juego que debéis probar, y quién sabe, puede que incluso os enganchéis y libréis a Daniel del infierno.
Gracias y un saludo a todos los de Gamehag.
Todas las imágenes han sido tomadas de “fotos Google”.
buen orden de ideas,buen desarrollo y buenas imagenes :)
Aprobado...
muy buen articulo gran explicacion 5/5 el juego es muy bueno apesar de ser antiguo y aun asi tiene su toque de miedo
La battalla contra las ordas del infierno xP
Me encanta el juego.