En el año 2014 aparecería Dark Souls 2, la secuela del elogiado título de 2011, Dark Souls. La nueva entrega de la franquicia de From Software se ha caracterizado por ser catalogada como la oveja negra de la saga debido a sus notables diferencias con su predecesor ¿Es Dark Souls 2 un juego mediocre? ¿O es simplemente un mal Souls?
La responsabilidad de continuar con el legado de un juego de culto.
Luego de la favorable acogida que tuvo la primera entrega de la franquicia, que le valió la denominación de “juego de culto” para la mayoría de los jugadores que se aventuraron en el título, las expectativas resultaron ser muy grandes tras el anuncio de la secuela.
Uno de los grandes cambios que tuvo Dark Souls 2 a comparación de su antecesor fue el cambio de director. Hidetaka Miyazaki, director de la primera entrega, no retomaría su papel como director en la secuela, en cambio, fueron Tomohiro Shibuya y Yui Tanimura quienes tomaron las riendas de este juego, aspecto que influyó mucho en el resultado final del juego. En aquel entonces, From Software había comenzado en paralelo el desarrollo de una nueva propiedad intelectual que al final resultaría en Bloodborne, y al mismo tiempo, había comenzado la planificación de la que sería la tercera entrega de la saga Souls. Ambos trabajos fueron encargados a la mano de Miyazaki, razón por la cual no podría hacer más que supervisar lo que un grupo de novatos desarrollarían en la segunda entrega.
Puede que no resulte correcto validar las deficiencias de un juego haciendo comparaciones con otro; sin embargo, en el caso de Dark Souls 2 resulta bastante necesario hacerlo debido al impacto que generó que, las muchas virtudes de las cuales gozaba la primera entrega y que fueron responsables del respeto y aprecio que se ganó por parte de los jugadores de la saga, palidecieran al ser comparadas entre ambos juegos.
Uno de los aspectos en los cuales, para muchos, fue muy inferior Dark Souls 2, fue la distribución y posicionamiento de los enemigos. En muchas ocasiones salta a la vista la poca inspiración de las mecánicas de combate de los enemigos, así como también la tendencia a colocarlos de manera numerosa en escenarios poco estratégicos. En Dark Souls, salvo en zonas contadas como Izalith Perdida, daba la impresión que cada enemigo había sido colocado en el escenario para imponer un desafío en concreto al jugador. En Dark Souls 2, el desafío en muchas de las peleas se basa únicamente en la cantidad de enemigos que arremeten hacia el jugador al mismo tiempo.
La poca inspiración en el diseño de los enemigos también se traslada a una gran cantidad de los jefes de zona, muchos carecen de mecánicas interesantes y resultan poco desafiantes ante el jugador, sobre todo para aquel que sea experimentado en los anteriores juegos de la saga.
Otro aspecto que muchos jugadores resintieron en Dark Souls 2 es la deficiente conexión entre los escenarios. En el primer Dark Souls se gozaba de locaciones completamente interconectadas, el juego se aprovechaba de la incapacidad de transportarse de un lugar a otro en la primera mitad del mismo para presentarle al jugador escenarios que establecían conexiones y atajos a zonas previamente visitadas, dando la sensación de explorar un escenario real y no un simple mapa de un videojuego. En cambio, en Dark Souls 2 se hizo notable la poca coherencia que había en la conexión de algunas zonas, infame es para muchos recordar la manera de la cual, al montar un ascensor en la cima de un molino en el Pico Terrenal y subir hasta arriba, se finalizaba en el Torreón de Hierro, un castillo inundado por lava.
La narrativa de la historia también se hace más confusa, y resulta menos interesante de seguirle el hilo comparado a aquella historia basada en el mismísimo creacionismo del mundo en el cual se ubica el juego. Por si fuera poco, en Dark Souls 2 da la sensación de una historia contada a medias, debido a la poca exposición de las circunstancias o razones por las cuales ocurren ciertos hechos, aspecto que se corrobora parcialmente al conocer el contenido eliminado del juego.
Podría extenderme aún más hablando de las carencias de esté juego, pero creo que el punto ha quedado claro. Entonces, ¿es Dark Souls 2 un pésimo juego, o uno mediocre? No, para nada. Lo cierto es que aún con todo lo mencionado y con lo que me faltó por decir, Dark Souls 2 sigue siendo un juego de enorme calidad que no merece ser dejado a lado.
Irónicamente, Dark Souls 2 es el juego de la saga que más arriesga, al querer implementar nuevas mecánicas que no se habían visto en los anteriores Souls. Introdujo y aprovechó muy bien el uso de las Ascuas de la Adversidad para elevar el nivel de las zonas del juego y el uso de las Vasijas del Alma para resetear la configuración de nuestro personaje. Y gozó de la mayor cantidad de buids posibles para nuestro personaje.
Agregó la estadística de la Adaptabilidad que permitía incrementar los frames de invulnerabilidad, para muchos una estadística forzosamente necesaria que obligaba a los jugadores a malgastar puntos en algo que no querían mejorar; sin embargo, personalmente creo que esta estadística también le daba un toque más clásico de un RPG al juego, ya que obligaba al jugador a planificar mejor a su personaje y a adaptarlo al modo de juego en que uno desea jugar. Esto fue algo de lo cual careció Dark Souls 3, juego en el cual la personalización del personaje es muy poco profunda debido a lo permisivo que era el juego con respecto al máximo porcentaje de peso que podía soportar nuestro personaje. La sensación que sentí al ver a mi personaje de Dark Souls 3 al finalizar mi partida, comparado al verlo cuando la comencé era muy pobre, la única diferencia notable era el tamaño de la barra de vida y estamina.
En cambio, hacer tal comparación en Dark Souls 2 si deja una sensación de satisfacción. Es en las primeras horas de juego donde tu personaje es más vulnerable, y en donde las acciones más básicas son un suplicio a la hora de realizarlas, es necesario mejorar y entrenar a nuestro personaje. Dark Souls 2 es el juego que mejor transmite la sensación de vulnerabilidad de nuestro personaje porque algo tan sencillo como rodar o tomar un Frasco de Estus es algo que no se debe realizar a la ligera en las primeras horas de juego. Y la sensación de ver a nuestro personaje completamente entrenado resulta mucho más satisfactoria.
Dark Souls 2 fue un juego que se tuvo que enfrentar al cambio generacional de consolas, y aprovechó el uso de los DLCs para demostrar a la comunidad una mejora con respecto a todos aquellos aspectos que fueron criticados en el juego base.
Las 3 expansiones, vendidas en forma de DLC, son la mejor parte del juego e implementan todo lo que la comunidad ama del primer Dark Souls, fusionado con la mentalidad de Dark Souls 2. Los escenarios son enormes e interconectados, con detalles más notorios y que aluden al buen diseño de niveles de los cuales gozaba el primer juego, los enemigos son mucho más desafiantes y no por la cantidad de los mismos, sino por sus mecánicas de combate y su ubicación. Los DLCs también gozan de los mejores y más interesantes jefes del juego en general. Una completa demostración de aprender de todo aquello de lo cual se hizo mal con anterioridad y hacerlo mucho mejor ahora.
Además, Dark Souls 2 también gozó del componente multijugador más profundo y querido por la comunidad, aspecto en el cual, la saga sigue tambaleándose hasta el día de hoy por A o B motivo.
A pesar de sus numerosos fallos, Dark Souls 2 me dejó la sensación de un grupo de diseñadores y programadores a los cuales se les encomendó mantener un legado que era demasiado grande, y que hicieron lo posible por mantener a pesar de sus equivocaciones. Fueron lo más creativos que pudieron, implementando mecánicas que se siguieron usando en posteriores juegos. Además, para muchos jugadores este fue el juego que los introdujo a la franquicia, al haber sido mucho más comercial que su predecesor.
Dark Souls 2 ha sido el juego al que más le he dedicado de la saga, y tomando en cuenta aquella sensación de logro que me deja, no hay manera que pueda decir que sea un juego malo o mediocre. Como un Souls, puede que sea el peor, pero como un videojuego, es uno de los que más les estaré agradecido. Y si en el futuro aparece alguna nueva entrega de la saga Souls, que no esté dirigida por Miyazaki, visto lo mucho que mejoró la experiencia en las expansiones del segundo juego, no me molestaría que venga de la mano de quienes nos entregaron este gran juego.
Pasen un buen día.
Un artículo amplio y entretenido amen de ser obre un gigante del mundo Gamer.