El asesino tras la mascara

Corvo Attano, el protector personal de la reina Jessamine Kaldwin en el universo de Dishonored, es presentado como el protagonista principal de la historia de este gran juego. Siendo éste, capaz de acabar con una conspiración que pretendía usurpar el trono. Corvo, es por lejos, uno de los personajes más capaces en la historia de los videojuegos... aunque, hay que saber el cómo... y mucho más importante, el por qué.

Corvo, el principal protector de la reina, había sido enviado tiempo atrás por ordenes de esta misma a los reinos vecinos, en pos de buscar una posible cura a la peste que azotaba Dunwall (lugar donde suceden los eventos ocurridos en Dishonored). Pero éste volvería a Dunwall con la mala noticia de que ninguno de los reinos había tratado antes con esta enfermedad, y por si fuera poco, estos también entregaron el mensaje de que la ciudad sería bloqueada, en la finalidad de que la peste no se extendiera a los otros reinos.

El protector real, llegaría días antes de la fecha prevista, siendo elegiado por Hiram Burrows (El Jefe de Espionaje) pero, lo que Corvo desconocía, era el sucio complot el cual se estaba llevando a cabo a sus espaldas. En un momento determinado, Corvo, se encuentra con la Reina Jessamine  y con su hija Emily Kaldwin, posterior heredera al trono. Sin percartarse de que, momentos después sería llevado a cabo, uno de los eventos más trájicos ocurridos durante la historia, puesto que, a manos de unos misteriosos asesinos con habilidades sobre humanas, los cuales harían acto de prencencia en el lugar donde se encontraban el protector, la reina y su hija, atacarían sin vacilar a estos. Corvo, gracias a sus grandes habilidades como espadachín, logró repeler parte del ataque, (matando o dejando vivir a los asesinos dependiendo de las acciones que tomemos durante el juego.) Pero, luego de que los primeros atacantes se terirasen, al igual que sus seguidores, hace acto de prencencia el lider de estos asesinos. Un hombre conocido por el nombre de Daud, con ayuda de los asesinos mostrados anteriormente, atrapan a Corvo, y, ante la mirada impotente de éste, asesinan a sangre fría a la reina Jessamine Kaldwin, dejando su cuerpo agónizante sobre el suelo, y secuestrando a la hija de esta misma en el acto. 

Luego de lo sucedido, el Jefe de Espionaje en compañía del Decano Supremo Campbell y algunos guardias, culparían a Corvo por el asesinato de la Reina, y el secuestro de su hija Emily, poniendo en prisión a Corvo para una futura ejecución pública.

Tiempo después se le sería revelado a Corvo por boca del mismo Jefe de Espionaje, que él en compañía del Decano Supremo, habían planeado el atentado contra la reina, pero que, lamentablemente, Corvo había ido a parar al sitio equivocado en el momento equivocado.

Pasó el tiempo, y Corvo escaparía un día antes de su ejecución gracias a un grupo de conspiradores los cuales tenían como objetivo en ese momento, liberarlo de su injusto cautiverio para posteriormente encontrarse con él, y así fue, Corvo se reunió con "La conspiración de los leales al trono" los cuales, ayudan a Corvo durante gran parte de su aventura.

Pero, lo que él no sabía, era que había quien también tenía los ojos puestos sobre él, los ojos de un ente tan maligno como poderoso, el cual, estaría dispuesto a ayudar a Corvo, a cambio de que éste portara su marca. Este extraño ente se hacía llamar a sí mismo como "El forastero"

Pasó el tiempo, y la situación en Dunwall fue cambiando (esta, bien puede mejorar o empeorar dependiendo de las acciones tomadas por el jugador a lo largo de la historia) Corvo, toma venganza de quienes lo inculparon de un crimen el cual no cometió, pero, lo que él no se esperaba, era que quienes antaño habían sido sus aliados, lo traicionarían debido a las ansias de poder. Estos, envenenarían a Corvo, y, dandolo por muerto, lo dejarían a la deriba hacia una de las zonas más infectadas por la peste.

Corvo, no conforme con esta situación partiría en busca de los que lo traicionaron, y, acabando con estos, rescataría finalmente a la futura reina y emperatriz Emily Kaldwin.