Earthworm Jim es uno de los máximos exponentes del genero de plataformas aún a varias décadas de la fecha de su estreno.
Un juego que fue una revolución en su época, Earthworm Jim proporciona una sólida experiencia de plataformas con una gran dosis de personalidad, lo suficiente como para engendrar una exitosa serie animada, una línea de juguetes y un tercer juego en 3D que no estuvo a la altura de la serie.
El juego de la lombriz tuvo una variada cantidad de ports para la mayoría de los dispositivo eléctronico del momento. La empresa detrás del éxito fue Shiny Entertainment.
La historia de Earthworm Jim es un poco trillada y se parece al origen de muchos superheroes de DC y Marvel con la excepción de la regla que nuestro protagonista es nada más y nada menos que un...gusano. Un traje extraterrestre de tecnologia de vanguardia que es pretendido por los más peligros caza recompensas intergálacticos cae en la tierra y el primer ser vivo en tomar contacto es una simple lombriz de tierra que al tomar contacto con el atuendo espacial lo hace evolucionar dandole un aspecto humanoide. A partir de aquí nuestro héroe deberá luchar ante una variada colección de enemigos que quieren hacerse con su extravagante traje.
Es un juego divertido, Jim tiene carisma y la saga cuenta sobretodo con un humor muy bizarro. En cada diseño de nivel predomina un estilo vivido y orgánico.
La mecánica básica de Earthworm Jim hace énfasis en el aspecto de plataformas y disparos. Jim tiene una amplia gama de armamento disponible para él con varios efectos, desde las más simples hasta las más ridículas aunque más que útiles.
Sin embargo, donde Earthworm Jim brilla realmente es en el apartado jugable y el diseño de los niveles que con frecuencia se desvía de los típicos corredores horizontales y mantiene las cosas interesantes, introduciendo minijuegos y diferentes mecánicas más que originales que mantienen el interés del usuario, lejos de caer en la monotonía.
Las versiones de PC tienen música de mayor calidad y contenido gracias a las bondades propias de la arquitectura y a la posteror salida en el mercado. Pero fue en las consolas de 16 bits la plataformas idóneas donde Jim dio lo máximo que tenia para ofrecer. Unos controles precisos, una de las paletas más coloridas jamás vistas y un diseño de niveles que subió la vara a los que los videojugadores estaban acostumbrados en un juego en 2 dimensiones.
El héroe invertebrado fue un rotundo éxito de ventas y critica por lo que fue poco lo que tuvimos que esperar para la secuela. Nos despedimos con la frase icónica de Jim: Groovy!